En los días de Pasión del pasado año 2016, nos llego el encardo de esta restauración, curiosa restauración, nada nos parece más adecuado que mostrar la misma que se le ha llevado a cabo a esta talla de madera
policromada del S. XVII conocida como Sanjuanito, del taller sevillano
de Los Ribas.
La restauración ha consistido en tallar las falanges
de algunos dedos, arreglar algunas grietas de la madera y algunos
desperfectos en el cabello, por último ha sido mandada al taller de
policromía. Como siempre en el mundo de la restauración, es fundamental que las piezas nuevas que se repongan, sean de la misma madera, en este caso la imagen es de pino y asi se ha repuesto, si bien podría parecer válida cualquier madera ya que se quedará debajo del policromado, pero de esta manera
evitamos roturas y marcas debido a las contracciones.
Francisco Dionisio de Ribas (1616-1679) y su hermano
Felipe, formaron una familia de artistas. Notables ensambladores de
retablos y escultores, contribuyeron al desarrollo del Barroco
sevillano.
Procedentes de Córdoba estuvieron en Sevilla al menos desde
1632.
Podemos identificar esta escultura como un Sanjuanito por la
pose, como caminando, el dedo señalando y el brazo en alto para llevar
un báculo. Una característica propia de la época barroca occidental es
la representación de la infancia de San Juan Bautista en compañía del
Niño Jesús ya que, a pesar de no ser un episodio evangélico, se supone
que ambos se habrían relacionado y habrían jugados juntos de niños,
pues eran primos.
La ebanistería y la restauración de muebles son dos ofícios que se complementan, es dificil que uno conviva sin el otro. Nosotros creemos que nadie está más capacitado para restaurar un mueble que quien lo crea, por eso, pretendemos que este blog sea un punto de encuentro para todos aquellos amantes del trabajo de la madera, trabajos de nueva creación y restauraciones de piezas que nos han sido legadas por nuestro pasado. Bienvenidos.
viernes
PISTOLA DE TIRO DE SALON.
No siempre las piezas que nos llegan al taller son muebles, como
curiosidad, en estos días, hemos estado restaurando una pistola de tiro
de salón, de sistema "Flobert" ( 1819-1894) en perfecto
funcionamiento.En este caso, hemos restaurado la empuñadura de la
pistola que tiempo atrás había tenido algo de carcoma. Dicha empuñadura
estaba deteriorada por el paso del tiempo. Después de lijarla y
arreglarle pequeños desperfectos , hemos terminado la empuñadura al
aceite.
Luis Flobert, fue un armero parisino que patentó un cartucho de 6 mm con ignición periférica de vaina de cobre que no llevaba pólvora y que sólo iba cargado con un fulminante, fabricado normalmente a base de mercurio, que disparaba un pequeño proyectil de plomo. Este armero se inicia realizando una pistola de salón conforme a la descrita por Alejandro Dumas, en su novela
"El Conde de Montecristo".
Esto le supone el inicio como un gran fabricante de armas de salón.
El pequeño proyectil que disparaba este arma tenía una gran precisión por lo que en el siglo XIX y XX resultaba extraña la reunión o fiesta en la que los asistentes no pusieran aprobar su puntería, incluida las damas, para mejorar su precisión. También se utilizaban para ejercitarse en el tiro de desafió o duelo.
La introducción del arma de fuego en el duelo, se debió a fin de obtener más igualdad entre los adversarios ,aunque no se sea experto en el manejo del arma es mayor la igualdad de disparar que a la hora de enfrentarse con espadas.
En ningún país fue reconocido el duelo como un medio legal de salvar el honor,por lo que los duelistas recurrían a efectuarlo en lugares apartados y casi siempre al amanecer.
Existían tres tipos de duelos a pistola:
1. Duelo a primer disparo: se disparaba al aire con la puntería alta y el honor quedaba a salvo.
2. Duelo a primera sangre: el duelo se interrumpía a la más ligera herida.
3. Duelo a muerte: Se sigue cargando el arma y disparando hasta la caída o muerte de uno de los contrincantes.
Luis Flobert, fue un armero parisino que patentó un cartucho de 6 mm con ignición periférica de vaina de cobre que no llevaba pólvora y que sólo iba cargado con un fulminante, fabricado normalmente a base de mercurio, que disparaba un pequeño proyectil de plomo. Este armero se inicia realizando una pistola de salón conforme a la descrita por Alejandro Dumas, en su novela
"El Conde de Montecristo".
Esto le supone el inicio como un gran fabricante de armas de salón.
El pequeño proyectil que disparaba este arma tenía una gran precisión por lo que en el siglo XIX y XX resultaba extraña la reunión o fiesta en la que los asistentes no pusieran aprobar su puntería, incluida las damas, para mejorar su precisión. También se utilizaban para ejercitarse en el tiro de desafió o duelo.
La introducción del arma de fuego en el duelo, se debió a fin de obtener más igualdad entre los adversarios ,aunque no se sea experto en el manejo del arma es mayor la igualdad de disparar que a la hora de enfrentarse con espadas.
En ningún país fue reconocido el duelo como un medio legal de salvar el honor,por lo que los duelistas recurrían a efectuarlo en lugares apartados y casi siempre al amanecer.
Existían tres tipos de duelos a pistola:
1. Duelo a primer disparo: se disparaba al aire con la puntería alta y el honor quedaba a salvo.
2. Duelo a primera sangre: el duelo se interrumpía a la más ligera herida.
3. Duelo a muerte: Se sigue cargando el arma y disparando hasta la caída o muerte de uno de los contrincantes.
COMODA INGLESA DE CAOBA.
En estos últimos días, hemos restaurado una cómoda inglesa de caoba de mediados del siglo XIX.
El frente de esta cómoda es de palma de caoba, esta palma en concreto se denomina "llama de caoba" y su origen es de Santo Domingo. Los costados son tableros de caoba, y tienen la particularidad de que son de una sola pieza de 60 cm.
Como es habitual, cómodas tan antiguas ya han tenido algunas restauraciones. En este caso, nosotros hemos reemplazado aquellas piezas que se habían colocado con anterioridad y no eran de caoba. Después, de lijarla y piecearla , se ha barnizado a goma- laca en su color natural ya que con el paso del tiempo la goma-laca se había descompuesto.
Esta escrito en los libros de historia inglesa que la primera caoba utilizada en este país fue durante el reino de Jorge I ( 1714-1727).
Como anéctdota de esta madera se cuenta que un doctor llamado
Gibbons tuvo unas planchas de caoba española, que su hermano le regaló siendo capitán de un barco comercial, dicho doctor se estaba construyendo una casa en esta época, llevo las planchas de caoba a los carpinteros de su casa y ellos la rechazaron porque pensaban que era demasiado dura, más tarde se las llevó a un ebanista y le pidió que con ellas hiciera unas cajas para guardar unas velas de cera, el ebanista también se quejo de que eran demasiado duras, pero cuando termino de hacer las cajas lucían más que cualquier mueble de aquella casa. El doctor estaba tan maravillado que mando que le hicieran dos escritorios, uno para él y otro para la duquesa de Buckingham.
El frente de esta cómoda es de palma de caoba, esta palma en concreto se denomina "llama de caoba" y su origen es de Santo Domingo. Los costados son tableros de caoba, y tienen la particularidad de que son de una sola pieza de 60 cm.
Como es habitual, cómodas tan antiguas ya han tenido algunas restauraciones. En este caso, nosotros hemos reemplazado aquellas piezas que se habían colocado con anterioridad y no eran de caoba. Después, de lijarla y piecearla , se ha barnizado a goma- laca en su color natural ya que con el paso del tiempo la goma-laca se había descompuesto.
Esta escrito en los libros de historia inglesa que la primera caoba utilizada en este país fue durante el reino de Jorge I ( 1714-1727).
Como anéctdota de esta madera se cuenta que un doctor llamado
Gibbons tuvo unas planchas de caoba española, que su hermano le regaló siendo capitán de un barco comercial, dicho doctor se estaba construyendo una casa en esta época, llevo las planchas de caoba a los carpinteros de su casa y ellos la rechazaron porque pensaban que era demasiado dura, más tarde se las llevó a un ebanista y le pidió que con ellas hiciera unas cajas para guardar unas velas de cera, el ebanista también se quejo de que eran demasiado duras, pero cuando termino de hacer las cajas lucían más que cualquier mueble de aquella casa. El doctor estaba tan maravillado que mando que le hicieran dos escritorios, uno para él y otro para la duquesa de Buckingham.
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