Las cómodas son quizás los muebles más habituales que solemos restaurar.
En este caso, nos llegó esta cómoda de palosanto y caoba, de estilo isabelino del S. XIX, llamada de "panza" o "barriga".
Su frente está chapado de palosanto y limoncillo; los costados y el tablero están chapado en caoba.
Parte de la estructura principal, respaldo, patas traseras y fondos de los cajones eran de madera de chopo.
Lo habitual en las cómodas antiguas era hacer la estructura en una madera más corriente para después chaparlas y regruesarlas en maderas nobles.
La restauración ha consistido en tratar la carcoma, remplazar algunas
piezas como: patas, fondos y el respaldo del mueble. Para finalizar, se
ha barnizado a muñequilla.
En 1660, los artesanos europeos
introdujeron una nueva técnica que fue reemplazando la técnica
tradicional de la época. Consistía en construir el armazón del mueble de
una madera más barata y se iba ensamblando con madera de una calidad
superior, nogal, caoba, palosanto, etc.
En el S. XIX, el pino era la
madera utilizada para hacer cómodas para las clases menos adineradas,
mientras que las madera nobles eran las preferidas para las clases con
mayor poder adquisitivo.
Así que podemos afirmas que la técnica del chapado y regruesado de la madera no es algo nuevo y que ya se usaba hace muchos siglos y sin desmerecer el valor o la calidad de la pieza
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